Manuel y Pepe, en una mañana fria de invierno, intentan anotar un numero de teléfono en un papelito.
La lapicera de Manuel no escribe por el frio.
-¡Pues dale un poco de aliento, hombre! le dice Pepe.
Entonces Manuel se acerca la lapicera a la boca y suavecito empieza a repetir
-¡BI-RO-ME! ¡BI-RO-ME! ¡BI-RO-ME!
sábado, 24 de noviembre de 2007
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