lunes, 16 de julio de 2007

¿POR QUÉ ME LLAMO ASÍ?


Serendipia

De Wikipedia, la enciclopedia libre

Una serendipia es un descubrimiento científico afortunado e inesperado que se ha realizado accidentalmente.

La historia de la ciencia está llena de serendipias, por ejemplo,
Einstein reconoce esta cualidad en algunos de sus hallazgos.
También existen casos de serendipias en obras literarias, cuando un autor escribe sobre algo que ha imaginado y que no se conoce en su época, y se demuestra posteriormente que eso existe tal como lo definió el escritor, con los mismos detalles.

No se debe confundir con la anticipación o la ciencia-ficción, donde se adelantan inventos mucho más genéricos que casi todo el mundo cree que probablemente existirán algún día.


Etimología e historia


El término serendipia deriva del anglosajón serendipity, neologismo acuñado por Horace Walpole en 1754 a partir de un cuento persa del siglo XVIII llamado «Los tres príncipes de Serendip», en el que los protagonistas, unos príncipes de la isla Serendip (que era el nombre árabe de la isla de Ceilán, la actual Sri Lanka), solucionaban sus problemas a través de increíbles casualidades.

La palabra serendipia se usó mucho en sus orígenes, pero fue cayendo en desuso.
Ha sido rescatada recientemente gracias al renovado interés en este tipo de asuntos y a otros motivos culturales.

El término
chiripa, mucho más utilizado en lenguaje coloquial, podría considerarse también como un sinónimo de serendipia.

También se habla a veces de las seudoserendipias, en las cuales el investigador, tras haber investigado mucho sobre algo sin obtener resultados, consigue finalmente su objetivo, pero a causa de un accidente fortuito o una revelación.


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